Cordero al horno

El cordero al horno es una de las formas más exquisitas de disfrutar de la textura de esta maravillosa carne, pudiendo combinarse de distintas maneras con una gran variedad de guarniciones. Además, es un plato que resulta fácil de preparar, a la vez que práctico ya que puede servir como plato principal para cuando organicemos alguna comida familiar o con amigos.

A lo largo de las siguientes recetas os iremos explicando como preparar este delicioso plato con una serie de sencillos pasos.

Receta de cordero al horno tradicional.

Ingredientes:

2 patas de cordero.
2 vasos de vino blanco.
4 dientes de ajo.
2 cucharadas de vinagre.
1 pastilla de caldo de carne.
2 limones.
4 patatas.
2 cebollas.
2 tomates.
Aceite de oliva.

Preparación de cordero al horno tradicional.

El cordero al horno es un plato perfecto para una reunión familiar.

Comenzaremos haciendo unas incisiones en las patas de cordero, para que de este modo la carne se haga bien por dentro cuando la metamos en el horno.
Vamos a coger una bandeja que sea adecuada para cocinar en horno, ponemos las dos piernas de cordero, que rociaremos con un buen chorro de aceite, echamos sal a nuestro gusto y metemos al horno. Lo ponemos en marcha a 250º C para que se vaya precalentando.
En el mortero vamos a colocar los dientes de ajo, pelados, con un poquito de aceite. Los aplastamos bien, extrayéndoles el jugo. Removemos un poco y con esta mezcla bañamos las patas de cordero. Lo metemos al horno por una hora y media.
Vamos a preparar el caldo con el que lo bañaremos: limpiad bien el mortero para eliminar los restos de ajo y echar la pastilla de caldo troceada que machacaréis con el mortero. Luego agregad ½ vaso de agua. Exprimid bien los limones, para extraerles todo el juego y verlos también. Agregamos también los dos vasos de vino junto con el vinagre y removemos bien hasta conseguir una mezcla única. Cada media hora vamos a ir bañando las patas de cordero con este caldo.
Ahora vamos a ocuparnos de las verduras y la guarnición: pelamos la cebolla y procederemos a lavarla bien para que de este modo no nos lloren tanto los ojos, la cortamos en tiras finas. Si queréis, podéis trocearla en trocitos más pequeños o con la trituradora, en el caso de que no os guste mucho sentir el contacto con ella. Luego pelamos los tomates en cuatro partes y esas partes en otros trozos más pequeños. También podéis pasarlo por la trituradora si lo preferís para echarlo como tomate triturado.
Por último, pelamos y lavamos bien las patatas para que suelten toda la tierra y toda la porquería. Vamos a cortarlas en rodajas a lo juliana, intentando que no resulten ni muy gruesas ni muy finas.
Abrimos el horno, sacamos un poco la bandeja y con mucho cuidado vamos a ir colocando todos los ingredientes que hemos cortando, repartiéndolos bien por toda la bandeja. Si habéis triturado el tomate, podéis esparcirlo por encima de las patas de cordero.
Ya listo, de vuelta al horno, asegurándoos de bañarlo cada media hora. Aseguraos de mirarlo bien para que no se os queme y quede en su punto.

Una vez listo, repartir las raciones y tenéis listo para comer un delicioso plato.