Si los garbanzos no los habéis comprado cocidos, ponerlos a remojo la noche anterior en un cuenco con bastante agua para que se pongan bien tiernos. Luego en esa misma agua meterlos en una cacerola, en el momento de preparar el plato, y cocerlos durante unos minutos.
Colamos los garbanzos, pero no tiréis el agua, y los metemos en el vaso de la batidora, con un poco del agua en los que los cocimos. Agregamos el comino, exprimimos el limón, pelamos y picamos el diente de ajo para agregarlo también, además de una cucharadita de tahini. Por último echad el yogur y bañad en un chorrito de aceite. Ya podéis triturarlo todo hasta que salga una crema homogénea y que no esté demasiado pastosa.
Ya listo el hummus, vamos a por las tortitas de maíz. En una sartén con un poco de aceite las vamos a freír, mejor si es en trozos, hasta que estén doraditas a nuestro gusto. Según las vayamos sacando, colocarlas en un plato con papel absorbente para que suelten el aceite sobrante.
Aliñar el hummus con un poco de aceite de oliva y pimentón. Ya podemos ponerlo en el plato, acompañado de las tortitas de maíz.