Lo primero que tienes que hacer es limpiar el pollo y cortarlo a trozos, separando las pechugas de las alitas. En cuanto esté listo, échale sal y pimienta negra por encima. Si quieres que el pollo tenga más sabor, puedes añadirle dos cucharadas de salsa de soja.
Pica ahora la cebolla, el ajo y el pimiento en cuadritos muy pequeños y reserva. Después, lava las patatas y las zanahorias y pela estas últimas. A las patatas puedes dejarles la piel. Luego, corta las zanahorias a rodajas y las patatas en cuatro trozos.
Echa un poco de aceite de oliva en una sartén grande y, cuando esté caliente, incorpora el ajo, la cebolla y el pimiento verde y sofríe hasta que el ajo y la cebolla estén transparentes y el pimiento doradito. Luego, agrega el pollo y fríelo superficialmente por ambos lados. Con unos diez minutos por cada lado será suficiente. Saca el pollo y reserva, luego volveremos a incorporarlo.
Agrega ahora a la sartén el caldo de pollo, las latas de cerveza, las patatas y las zanahorias y coloca la tapa. Deja cocer a fuego medio-lento durante aproximadamente 20 minutos o hasta que las zanahorias hayan ablandado.
Luego, agrega el pollo y deja cocinar a fuego alto para que el caldo reduzca un poco. Debes vigilar la cocción para evitar que el pollo se seque, por lo tanto, cuando notes que la cantidad de caldo en la sartén es suficiente, baja el fuego al mínimo, tapa la sartén y deja que el pollo se termine de cocinar. Tiene que estar todo al fuego quince minutos más.
Pasado este tiempo, puedes apagar el fuego. Sírvelo en platos y asegúrate de que cada ración tiene tanto pollo como patatas y verduras. ¡Qué aproveche!