Para empezar, pon las almejas en un bol con agua y un poco de sal. Espera aproximadamente media hora y luego enjuágalas bien. Ponlas en una olla con agua hirviendo y déjalas ahí durante unos diez minutos. En cuanto haya pasado este tiempo, aparta tanto las almejas y como el agua de cocción. Luego volveremos a utilizarlo todo.
Ahora enjuaga las gambas y ponlas a cocer. Si son congeladas, bastará con dos minutos sino, necesitarán un poco más. Una vez estén hechas, apártalas. Cuela el caldo en el que las has cocido y resérvalo. Cuando se enfríen las gambas, pélalas y resérvalas también.
Lava los pimientos y el tomate y córtalo todo en trozos muy pequeñitos. Echa un fondito de aceite de oliva en una paellera y sofríe estas verduras junto con una pizca de sal y los ajos cortados también muy pequeños.
Mientras tanto, corta en taquitos las dos pechugas de pollo, añádeles un poco de sal y pimienta negra molida y fríelas en una sartén. En cuanto estén, pásalas a una fuente forrada con papel de cocina absorbente y resérvalas.
Cuando estén listas las verduras, añade el arroz a la sartén y cúbrelo con el agua de cocer los mariscos y una pastilla de caldo concentrado de pollo. Si el caldo no cubre todo el arroz, echa un poco de agua. A medida que lo vaya requiriendo, ve añadiendo más agua para que la cocción del arroz sea la correcta. Añade también un poco de azafrán.
El arroz necesita unos veinte minutos y, unos minutos antes de que esté en su punto, incorpora a la paellera el pollo, las almejas y las gambas. Comprueba de vez en cuando y rectifica el punto de sal si es necesario. Apaga el fuego y deja que repose todo durante unos minutos.
¡Y listo! Ya puedes sentarte a la mesa a saborear este exquisito arroz con pollo y marisco. Si has seguido los pasos que te hemos indicado, te habrá quedado tan rico que muy pronto querrás repetir. ¡Corre a comprobarlo por ti mismo!
