La clave para que cualquier plato con almejas triunfe es que las mismas estén perfectamente limpias. Por eso 2 horas antes de la preparación deberás colocarlas en un recipiente con agua y dos cucharadas de sal gorda, déjalas reposar durante 120 minutos para eliminar los restos de arena.
Con todo listo, llega el momento de cocinar. Coloca la paellera a fuego medio y vierte un generoso chorro de aceite, una vez caliente pon a sofreír las gambas y los langostinos durante 5 minutos hasta que se doren ligeramente. Esto, además, le dará un sabor a marisco al aceite.
Pela los dientes de ajo y los troceas lo más pequeños posible para agregarlos a la paellera, dejándolos sofreír hasta que se doren sin quemarse. Luego trocea en daditos los aros de calamar y los agregas a la mezcla para que se sofrían durante unos minutos.
Cuando los aros de calamar estén dorados, entonces vierte el tomate frito y remueve, esparciéndolo bien por toda la paellera, deja cocinar todo junto durante un par de minutos.
Luego agrega el arroz y remueve dejándolo sofreír sin caldo durante 2 minutos. Esto, además de aportar un color dorado al arroz, ayudará a que se impregne del sabor del sofrito.
Vierte 600 ml de caldo hasta que cubras el arroz, añade además el colorante y sal al gusto. Remueve bien y deja cocerse por un cuarto de hora. Si el caldo se consume muy rápido sin que el arroz esté listo, añade un poco más de líquido.
Transcurridos los primeros 15 minutos, incorpora a la paella las almejas junto con los langostinos y las gambas que has cocinado previamente. Tapa la paellera con la ayuda de papel aluminio para que el arroz se termine de cocinar 5 minutos más y las almejas se abran.
Una buena paella de marisco con almejas estará lista en 20 minutos, tiempo que le toma al arroz bomba quedar al dente. Una vez al punto, apaga del fuego, aparta y deja reposar unos minutos antes de servir ¡verás como todos se chupan los dedos con este platazo!