En primer lugar debes recordar que para cocinar el calamar, este tiene que estar bien limpio. Así que cuando lo compres en la pescadería, pide al pescadero que te lo limpie bien, quitándole la bolsa de tinta que lleva y dejándolo bien vacío, porque si no eso lo tendrás que hacer tú. Otra opción es que utilices calamar congelado, que viene troceado en anillas, pero es una opción mucho menos sana.
Lava las zanahorias bajo el agua del grifo, eliminando las toxinas que pueda tener, y pelas la piel. Córtala en rodajas y si tienes una trituradora pásala por ahí unos segundos, para que quede en trocitos bien pequeños. Otra opción es que la ralles o cortes en tiras.
Las judías le quitas las puntas y las cortas también en trocitos pequeños.
Pon una cacerola al fuego, con bastante agua, y cuando veas que empieza a hervir, pon los espárragos, las zanahorias y las judías a cocerse, para que se reblandezcan durante un par de minutos.
Cuando estén bien cocidas, las cuelas bien con un escurridor.
Ahora, tras asegurarte de que el calamar está bien limpio, lo cortas en anillas.
Pon un buen al fuego, con un poco de aceite para que se vaya calentando.
Pela la cebolla, la picas bien tras haberla limpiado bajo el agua del grifo, y la sofríes hasta que esté transparente.
Pica el pimiento y lo agregas junto con el resto de las verduras, para que todo se sofría junto por varios minutos.
Agrega las anillas de calamar que has troceado y sofríe, hasta que cojan un tono dorado.
