Limpiamos el puerro y lo cortamos en trozos tan pequeños como podamos. Calentamos la olla que vayamos a usar con aceite en su interior y ponemos los puerros a dorarse. Luego pelamos los dientes de ajo, picamos bien y a la olla también.
Si habéis comprado lentejas normales y corrientes, tenemos que tenerlas el día anterior, para que se ablanden. Si no es el caso, y son de las que directamente se pueden cocer, las lavamos bien con agua, para que suelten toda la suciedad que puedan contener y a la olla cuando el puerro y el ajo estén dorados. Removemos unos minutos y cubrimos con dos litros de agua.
Dejamos el fuego a media potencia hasta que el agua empiece a hervir, en ese momento lo bajamos y dejamos que las lentejas se cuezan por media hora.
Para no perder el tiempo esperando, nos ocuparemos de las setas. Las lavamos bien y las cortamos en láminas finas. Estas láminas las freiremos en una sartén con aceite, hasta que cojan color. Ya listas las setas, las echamos a la olla.
Con los tomates vamos a hacer un sofrito, así que trocearlos en trozos pequeños, triturarlos y los freímos un poco en la sartén. Cuando estén listos agregadlos también a la olla y removerlo todo muy bien, para que los ingredientes cuajen entre sí.
Salpimentamos al gusto, una cucharadita de pimentón dulce, remover bien y dejamos que los ingredientes se cuezan por otros cinco minutos.