Empieza preparando la masa. Tamiza la harina y la sal y ponlas en un bol. Integra el aceite y el agua, pero de esta última reserva un dedo. Utiliza este poco para deshacer la levadura y luego intégralo todo al mismo recipiente.
Mezcla con ayuda de una cuchara de madera. Cuando hayas conseguido una bola sólida, ponla en una superficie plana cubierta con un poco de harina y amasa durante un cuarto de hora.
Después coloca la masa en un recipiente, tápala con un paño y espera una hora. Verás como dobla su tamaño. Vamos a por el relleno.
Pela y trocea las cebollas a dados y haz lo mismo con el pimiento verde y rojo. El ajo, por su parte, tienes que hacerlo a láminas.
Echa en una sartén un poco de aceite y sofríe toda la verdura hasta que esté bien dorada, con que esté quince minutos al fuego a potencia medio-baja será suficiente. Luego, sácala y reserva.
Salpimientas la carne y sofríela durante unos diez en la misma sartén donde has hecho las verduras. Después, integra de nuevo las verduras y mézclalo todo.
Incorpora el tomate y pon el fuego al mínimo unos cinco minutos, luego apágalo.
Si la masa ya ha reposado, enciende el horno a 200ºC . Saca la masa, hazla plana con ayuda de un rodillo y sepárala en dos mitades, una tiene que ser un poco más grande que la otra.
Coloca la pequeña en una fuente refractaria redonda y cúbrela con el relleno. Luego, tapa con la otra porción de masa y sella con ayuda de un tenedor.
Bate el huevo y pinta con él la superficie de la empanada gallega. Luego, métela en el horno y espera 45 minutos. Transcurrido este tiempo, ¡tu empanada gallega de carne estará en su punto!