Pon los huevos a cocerse en agua, por unos 10 minutos, que es más o menos lo que tardarás en tener listo el salmorejo y así ya estarán preparados para cuando los necesites.
Remoja el pan de molde, desmenuzado, en el aceite de oliva o en el agua, para que esté mucho más blando.
Trocea los tomates y los pones en el vaso de la batidora junto con el pan de molde y los dientes de ajo troceaditos.
Bate todo junto, con un poco de sal, por unos tres minutos.
Ahora mezcla el aceite de oliva junto con el vinagre de vino y ve vertiendo la mezcla sin dejar de batir, hasta que se consiga una mezcla un poco más suelta.
Sofrie un poco los taquitos de jamón y los hechas al salmorejo, junto con los huevos troceaditos en gajo.
Si lo deseas, también puedes agregar un poco de queso rallado.
Mete en la nevera para que repose y luego a disfrutarlo.