Preparación de las costillas al horno con salsa barbacoa
El primer paso para unas costillas con salsa barbacoa riquísimas es, por supuesto, hacer una buena salsa casera. Comienza pelando y cortando la cebolla en trozos muy pequeños, si lo prefieres puedes triturarla para que sea imperceptible en tu salsa.
También debes pelar y picar el ajo, luego añade un chorro de aceite a una sartén y lleva a fuego medio bajo. Cuando esté caliente añade la cebolla y el ajo para sofreírlos.
Cuando tomen color, agrega el azúcar moreno y remueve usando preferiblemente una cuchara de palo. Posteriormente añade el ketchup, el concentrado de tomate, la salsa inglesa o Worcesthershire, la miel y el pimentón en polvo.
Cocina todo junto a fuego bajo por 5 minutos, transcurrido este tiempo apaga el fuego y pasa la mezcla a un recipiente adecuado para triturarla. Añade las cucharadas de aceite de oliva y bate todo junto hasta obtener una salsa barbacoa homogénea. Reserva.
Enciende el horno a 180 ºC para que vaya tomando temperatura mientras terminas de preparar la carne para cocinarla.
Lava las costillas, sécalas bien, colócalas en una bandeja apta para el horno cortándolas por la mitad de ser necesario, luego salpimiéntalas al gusto por ambos lados.
Vierte sobre las costillas tu salsa de barbacoa casera, esparciéndola con la ayuda de un pincel o cuchara por ambas caras para asegurarte de que quedan bien impregnadas.
Mete la bandeja al horno durante 1 hora, volteando las costillas cuando hayan transcurrido los primeros 30 minutos para asegurarte de que se cocinen por ambos lados.
Transcurridos los primeros 60 minutos, sube el fuego a 240 ºC para que se terminen de dorar. ¡Tus costillas al horno con salsa barbacoa ya están listas para ser devoradas!
Sírvelas con tu guarnición favorita y disfruta de un plato con el que, literalmente, todos se chuparán los dedos. ¡Qué ricas están!