A la noche anterior a preparar este plato vas a cortar el tofu en dados o en unas lonchas no demasiado gruesas y las pones en un cuenco, junto con el zumo de limón, salpimienta a tu gusto y agrega también la cantidad de curry salsa de soja que gustes, pero recordando como varia mucho el sabor el pasarte con los ingredientes.
Tapa el recipiente y lo metes en la nevera para que macere toda la noche.
Al día siguiente es el momento de preparar este plato, para lo cuál vas a pelar las cebollas, las lavas bien bajo el agua del grifo para que no te lloren tanto los ojos y las picas. Las setas también las lavas bien y córtalas en láminas tan bien como te sea posible.
Pon una sartén al fuego, con un buen chorro de aceite de oliva, y sofríe primero la cebolla. Cuando está tenga buen color, le agregas las setas.
Una vez que veas que las setas cogen un tonito oscuro, le agregas la harina y remueves bien. Luego la crema de leche junto con el vino blanco, remueve y cocina durante varios minutos.
Salpimienta a tu gusto, agrega la nuez moscada y el pimentón, remueve y sube la potencia del fuego para que hierva. Luego deja a media potencia y cuece por unos 10 minutos.
Cuela y escurre un poco el tofu y lo echas a una sartén con un poquito de aceite de oliva para sofreírlo y que coja un poco de color.
Lo pasas a la otra sartén con el resto de los ingredientes y sofríe todo junto por otros 5 minutos antes de servir.