Para empezar a cocinar esta tarta, lo primero que vamos a hacer es encender el horno a 180ºC para que se vaya calentando y, mientras tanto, vamos a preparar la base.
Pon las galletas dentro de una bolsa de plástico y aplástalas con un rodillo. Haz lo mismo con las nueces y, en cuanto lo tengas todo, ponlo en un bol. Pon ahora la mantequilla en el microondas durante unos 20 segundos y, en cuanto esté derretida, añádela al bol y mézclalo.
Coge el molde en el que vas a preparar la tarta y ponle un poco de aceite. Asegúrate de que todo el molde queda totalmente cubierto porque sino la tarta se pegará a las paredes. A continuación, pon la mezcla que acabas de hacer en la base y machácala para que quede compacta.
Mete el molde en el horno y espera diez minutos. En cuanto esté, deja que se enfríe.
Ahora, coge los huevos y ponlos en un bol. Bátelos junto con el azúcar y, en cuanto obtengas una mezcla uniforme, añade el queso para untar, la nata, el yogur griego, la cucharadita de esencia de vainilla y la harina.
En cuanto a la mezcla no le quede ningún grumo, viértela sobre la base de galletas y pon la tarta en el horno. Tiene que estar horneándose durante 80 minutos. Ponla primero durante 10 minutos a potencia máxima y luego baja la temperatura del horno a 180ºC.
En cuanto haya pasado este tiempo, apaga el horno y deja que la tarta se enfríe. Mientras tanto, deshaz la mermelada al baño María y lava y corta la fruta.
Si ves que la tarta ya se ha enfriado, pon primero la mermelada sobre la tarta y luego la fruta y tapa tu molde con un film transparente. Mete la tarta en el frigorífico, como mínimo, durante tres horas y después podrás comértela.
¡Tu New York Cheesecake ya está lista! ¡Su sabor te sorprenderá y es igual de delicioso!