En primer lugar tritura las galletas de chocolate. Lo puedes hacer a mano, con la ayuda de un mortero, o con la picadora eléctrica. Una vez estén bien trituradas, pásalas a un bol grande dónde harás toda la mezcla.
Añade en el bol 50 gramos de azúcar, 150 gramos de mantequilla y una pizca de sal. Mezcla bien hasta conseguir una masa homogénea. Tápalo con film transparente y resérvalo en la nevera hasta más tarde.
A continuación pon a calentar en un cazo 100 ml de nata (tiene que ser nata para montar). Remueve y cuando empiece a hervir retírala. Ahora incorpora a la nata el chocolate fondant y remueve bien hasta que quede completamente mezclado con la nata.
Incorpora la mezcla de nata y chocolate al bol de las galletas que tenías reservado en la nevera y remuévelo hasta conseguir una nueva masa.
Unta de mantequilla un molde para horno y echa la mezcla de galletas con el chocolate.
Por otro lado, pon a calentar los 100 ml de nata que faltan junto el sobre de cuajada, el queso y el azúcar y remuévelo bien para que se integren bien todos los ingredientes. Si ves que te quedan grumos puedes pasarle un poco la batidora.
Cuando rompa a hervir sácalo del fuego y cuando se haya enfriado un poco, incorpora esta nueva mezcla al molde de las galletas y déjalo reposar en la nevera hasta que cuaje.
Una vez la tarta haya cuajado es el momento de decorar. En la superficie pon una capa de nata montada y haz una espiral con el chocolate que previamente debes derretir (mejor si tienes manga pastelera). Ahora con un palillo, hazle la forma de tela de araña y tu tarta de halloween está preparada.