Para hacer esta receta es necesario que el bacalao esté desalado. Si no lo has comprado ya desalado, tendrás que tenerlos a remojo desde el día anterior, cambiando el agua cada cuatro horas para que se desale.
Una vez desalado, ponlo en un bol con un el zumo de limón, la pimienta y la hoja del laurel pulverizada con el mortero. Recubre con un buen chorro de aceite de oliva, lo remueves un poco y guardas para después.
Ahora los huevos vas a cocerlos con agua, durante unos 10 minutos hasta que se pongan duros. Una vez duros, los pasas por agua fría, los pelas y troceas en pedacitos.
Pela el diente ajo y aplasta con el cuchillo. Lo vas a restregar por el recipiente que vayas a utilizar para el salmorejo. Otra opción es trocearlo y utilizar los trozos para hacer la mezcla.
Pela los tomates y los picas en trocitos, echándolos al vaso de la batidora. Ahora moja el pan con el vino y cuando esté blando lo metes en el vaso de la batidora. Bate todo bien para mezclarlo bien.
Sin dejar de batir ve agregando el aceite de oliva poco a poco, hasta que quede una salsa poco espesa.
Por último reparte en los boles, añade el bacalao y los huevos troceados y listo para saborear.