Ingredientes
- 250 gr. de pechugas de pollo troceadas
- 250 gr. de arroz
- Queso parmesano rallado
- 1 pimiento verde
- 1 cebolla
- 1 diente de ajo
- Sal
- Pimienta negra
- 1/2 l. de caldo de pollo
- 1 copa de vino blanco
Preparación del risotto de pollo
- Pela y corta la cebolla y. cuando la tengas en trozos muy pequeños, ponla en una sartén con aceite a fuego bajo. Corta también los pimientos y los dientes de ajo y, una vez que la cebolla haya cogido un color trasparente, añádelo a la sartén. Esto tiene que estar en el fuego a potencia media-baja durante unos cinco minutos.
- Coge ahora el pollo y córtalo en trozos pequeños. Ponlo en otra sartén con aceite a fuego medio y, cuando tenga un tono dorado, ponlo en la sartén donde está la verdura.
- A continuación, añade la copa de vino blanco y sube la potencia del fuego al máximo para conseguir que se evapore el alcohol. Cuando hayan pasado unos cinco minutos, vuelve a bajar el fuego.
- Ahora añade a la sartén 250 ml. de caldo de pollo y, cuando empiecen a hervir, mete el arroz.
- Mete poco a poco el queso parmesano y ve moviendo el contenido de la sartén todo el rato. Añade la sal y la pimienta que consideres necesaria y pon el fuego a media potencia durante diez minutos. No dejes de remover el risotto porque ahí está la clave del risotto.
- Baja el fuego al mínimo y ve echando poco a poco los otros 250 ml. de caldo de pollo. Si ves que tu risotto no coge la textura cremosa que deseas, añade más parmesano.
- Cuando veas que tu risotto coge una textura cremosa, puedes apagar el fuego. Después ya tendrás listo tu risotto. ¡A comer!