Lo primero será ir preparando la carne, para lo cuál vas a pelar la cebolla, lavarla bien bajo el agua del grifo para que su efecto lacrimógeno no sea tan fuerte y picarla bien, con un cuchillo o utilizando una trituradora, como prefieras. También pela y pica los dientes de ajo.
Estos dos ingredientes los pones en una sartén, con un poco de aceite de oliva y lo sofríes bien.
Salpimienta la carne a tu gusto y amasa con las manos para integrar ambas especias muy bien con la carne.
Cuando la cebolla comience a transparentarse, le agregas la carne y sofríes todo junto muy bien.
Ahora hay que ir preparando las verduras, de modo que vas a trocear la berenjena en rodajas, igual que el calabacín. Ahora puedes elegir si troceas las rodajas en trocitos más pequeños o la dejas así.
Sofríe un poco estas rodajas en otra sartén para que se abladen.
Los tomates los pelas, mucho más sencillo si los has escaldado, y los cortas en gajos, para triturarlos en una sartén con un poco de aceite de oliva y salpimentando a gusto, hasta que obtengas una salsa.
Pon ya el horno en marcha a 190º C para que vaya cogiendo temperatura.
Engrasa con un poco de aceite de oliva, o con mantequilla, una bandeja que sirva para hornos, en la cual pones una capa de berenjena, otra de calabacín, la carne y la salsa de tomate por encima. Recubre con una lámina de lasaña.
Repite el proceso hasta que tengas tantas capas como quieras.