Lo primero que vamos a hacer es lavar y pelar la calabaza. Córtala por la mitad para que te resulte más fácil y, en cuanto la tengas, córtala en pedazos tan pequeños como puedas. Haz lo mismo con las zanahorias, con la cebolla y con los puerros. Lava también las espinacas.
A continuación, coge una una olla mediana y echa un buen chorro de aceite. Pon el fuego a potencia media y, en cuanto el aceite esté caliente, echa las verduras. Remueve con ayuda de una cuchara de madera para que se hagan todas por igual.
Cuando veas que las verduras empiezan a coger color, echa agua hasta cubrir aproximadamente la mitad de la olla y déjalo al fuego a potencia media durante unos veinte minutos. Ve pinchando de vez en cuando con un tenedor las zanahorias o la calabaza, puesto que son las verduras que más tardan en cocer.
Cuando ya estén blandas, échalas en el vaso de la batidora y añade un poco de sal y pimienta. Bátelo todo hasta que consigas que esté líquido.
Ahora, vuelve a poner el contenido del vaso de la batidora en la olla y añade la nata. Déjalo a fuego medio durante unos cinco minutos y ve moviendo de vez en cuando.
¡Tu crema de calabaza y espinacas ya está lista! Si quieres, añade picatostes y disfruta así de un sabor más crujiente. ¡Esperamos que esta crema sea de tu agrado!