Comienza preparando el molde para tu tarta de zanahoria. Enharina la base mientras untas las paredes con mantequilla o margarina. Si lo prefieres, puedes untarlo con aceite de oliva.
Enciende el horno, con calor por arriba y abajo, a 180º C para que vaya cogiendo temperatura.
Tras limpiar las zanahorias con agua del grifo, pélalas y vuelve a limpiarlas otra vez. Luego rállalas hasta obtener 200 gr. de zanahoria. Una vez lista, reserva en un recipiente.
En un bol bate los huevos junto con el azúcar blanco usando una varilla eléctrica, lo que dará como resultado una mezcla de un color blanquecino. A dicha mezcla le añades el aceite de oliva, vertiéndolo lentamente sin dejar de batir, hasta que esté completamente integrado.
Tamiza la harina en un recipiente grande y hazle un agujero en el centro. En dicho agujero echa la levadura, la media cucharada de sal, la cucharada de bicarbonato y la media cucharada de canela. Remueve con una cuchara para mezclar bien.
A continuación, vierte la harina en el bol de los huevos, sin dejar de batir un solo momento. Cada vez se irá formando una mezcla más cremosa.
Una vez añadas la harina, vierte el zumo de naranja recién exprimido y luego los trozos de zanahoria ralladas. Vuelve a batir hasta obtener como resultado una crema homogénea y sin grumos.
Pasa esta mezcla al molde, utilizando una paleta para extenderla bien. Mete en el horno durante 45 minutos. Pasada la media hora comienza a observar la masa, para pincharla con un cuchillo y comprobar que se va haciendo bien por dentro. Cuando la hoja del cuchillo salga limpia, puedes sacarlo.
En lo que la masa se hace, puedes preparar la crema que usarás para cubrir tu tarta de zanahoria. Para ello bate en un vaso de batidora el queso cremoso con 200 gr. de azúcar blanco.
Tritura bien las nueces y mézclalas con la crema utilizando de nuevo la batidora. Coloca la crema en una manga pastelera y reserva en la nevera para más tarde.
Una vez que el bizcocho esté hecho, cubre con un paño y déjalo reposar durante unos 20 minutos. Pasado ese tiempo, recubre con la crema que has preparado, recuerda que es importante que el bizcocho no esté caliente o la crema se derretirá. ¡Tu tarta de zanahoria ya está lista para comer! Fácil y deliciosa.