En un bol grande vas a tamizar la harina, para que quede bastante suelta, entonces la mezclas bien con la harina.
En otro cuenco vas a batir el huevo con un poco de sal. Tendrás que batir también la mantequilla, pero está tendrá que estar blanda o muy manejable, de modo que tenla a temperatura ambiente hasta que se ablande y mezcla con el huevo.
Agrega la harina mientras vas batiendo sin parar, utilizando unas varillas eléctricas te resultará más sencillo, y verás que se va formando una masa homogénea.
Haz una bola con la masa, recubre con papel transparente y guarda en la nevera por un par de horas para que repose.
Enharina una superficie planta y pon ahí encima la bola. Córtala en dos mitades que vas a amasar con el rodillo hasta dejarlas finas.
Unta con mantequilla la superficie del molde que vayas a usar y cubres el fondo con una de las partes de esta masa.
Lava bien las manzanas bajo el agua del grifo, las pelas, les quitas el corazón y cortas en gajos que no sean demasiado gruesos. Estos trozos de manzana los pones en la masa que has hecho, haciendo una espiral.
Espolvorea el azúcar moreno por encima y la canela, agregando si lo deseas unas nueces o unas uvas pasas bien picadas.
Recubre la base y las manzanas con la otra parte de masa. Si quieres, para que quede más dorado, bate un buen y pinta esa parte.
Mete en el horno a 190º C por unos 40 minutos, para que la masa vaya creciendo.