Si bien la polenta es un plato tradicional de la gastronomía italiana y latinoamericana, su consumo se ha extendido a muchísimos países, por eso hay tantas formas de prepararla. Hoy en Unareceta.com, te invitamos a cocinar una polenta frita, una de sus versiones más populares.
La polenta frita es una excelente guarnición que además es muy fácil de acompañar, ya que todo le sienta de maravilla. Si estás buscando un plato de carne, puedes optar por un poco de solomillo en salsa de champiñones o, si prefieres algo de pescado, puedes optar por preparar unos calamares a la plancha. ¡Tú eliges!
Sigue al pie de la letra nuestro paso a paso para preparar esta polenta frita y verás lo sabrosa que te queda. Nosotros ya tenemos listos todos los ingredientes. ¿Y tú? ¡Comencemos!
Ingredientes
- 2 tazas de polenta instantánea
- 3 tazas de caldo de verduras
- 1 taza de leche
- 1 taza de queso parmesano rallado
- 100 gr. de mantequilla
- 1 cucharadita de orégano en polvo
- Sal
- Pimienta
- Aceite vegetal para freír
Preparación de la polenta frita
- Lo primero que debes hacer es poner en una olla con el fuego a potencia media el caldo de verdura, la leche, la mantequilla, la sal, la pimienta y el orégano.
- Mezcla todos los ingredientes y, cuando comience a hervir, añade lentamente la polenta. Muévelo todo simultáneamente con una cuchara de madera.
- La mezcla espesará rápidamente pero no dejes de mover puesto que, si lo haces le pueden salir grumos. Cuando empiece a hervir retírala del fuego, agrega el queso parmesano y remueve de nuevo.
- Engrasa una bandeja con aceite vegetal o mantequilla y extiende sobre ella la preparación todavía caliente. Ve con cuidado para no quemarte. En cuanto esté, cubre la bandeja con film transparente.
- Pon ahora la bandeja en el frigorífico para que se enfríe más rápido y, cuando ya esté fría, desmóldala y corta la polenta en tiras largas en forma de bastones.
- Pon ahora en una sartén un dedo de aceite vegetal y, en cuanto esté caliente, ve echando los bastones. Debe haber suficiente aceite como para cubrir los bastones completamente. Fríelos poco a poco hasta que estén dorados y muy crujientes.
- A medida que los vayas teniendo listos, ponlos en un plato con papel de cocina para quitarles el exceso de aceite. ¡Tu polenta frita ya está lista! ¡Qué la disfrutes!