La pasta de calabacín es un plato rápido y fácil de cocinar y además es muy ligero. Su bajo contenido calórico así como la alta cantidad de agua que posee lo convierten en una plato muy atractivo para la cena. ¡Está muy bueno y además no engorda!
Gracias a este plato podemos beneficiarnos de todos los nutrientes del calabacín como la vitamina C, que ayuda a cuidar nuestra piel, o el potasio, que tiene propiedades antioxidantes.
Así que si quieres cuidarte y evitar irte a dormir con la barriga llena, tienes que huir de los platos copiosos y optar por esta solución tan saludable. Al igual que ocurre con la crema de calabaza o con la tortilla francesa con jamón york y queso, la pasta de calabacín te saciará sin llenarte. En unareceta.com te ofrecemos combinarla con con tomates cherry pero existen otras posibilidades, como por ejemplo con salsa pesto.
Ingredientes
- 2 calabacines
- 1 cucharada de aceite de oliva
- Tomates cherry
- Sal
- Pimienta
- Queso rallado
Preparación de pasta de calabacín
- Para empezar, pon a hervir en una olla el agua a máxima potencia.
- Mientras esperas que hierva el agua, lava y pela los calabacines y cuando los tengas enjuagados, córtalos a tiras con un cuchillo afilado. Hazlo con cuidado para que sean todos los trozos aproximadamente del mismo grosor y cortándolos hasta que parezcan espaguetis.
- Cuando el agua empiece a hervir, echa en la olla los calabacines y baja la potencia del fuego para evitar que se salga el agua. Tienen que estar entre diez y quince minutos, dependiendo de si quieres que queden al dente o tiernos.
- Ahora que ya tienes los calabacines listos, cuélalos y escúrrelos muy bien. Pon una cucharada de aceite a calentar en una sartén y echa los calabacines. El fuego tiene que estar a temperatura media para hacer que los calabacines cojan la textura que necesitan.
- Mientras esperas a que se hagan, lava y corta los tomates cherry por la mitad o en cuatro trozos, como prefieras.
- Remueve poco a poco los calabacines con una cuchara de madera para asegurarte que se hagan todos por igual y échales una pizca de sal. Cuando veas que cogen un color dorado, retíralos de la sartén.
- Ya lo tienes todo preparado. Mezcla en el plato los calabacines junto con los tomates cherry. Para acabar, echa un poco de pimienta y si quieres, también de queso rallado.
- Voilà! Ya tienes tu plato de pasta con calabacín listo para comer. ¡Que aproveche!