Para preparar esta rica bechamel lo primero que harás será hacer tu propia harina de almendras.
Colócalas en una sartén seca y llévala al fuego. A continuación, remueve las almendras durante siete minutos hasta que se doren completamente.
Una vez que se enfríen, colócalas en un procesador de alimentos o en una licuadora, tritúralas hasta que se forme la harina y luego tamízala con un colador.
Vierte una taza de leche fría a un bol, incorpora las harinas y mezcla con unas varillas manuales hasta integrar.
Si vas a incorporar el perejil a la receta, lávalo, separa las hojas de los tallos, córtalo lo más pequeño que puedas y reserva.
A continuación, vierte el resto de la leche en una olla y ponla al fuego. Una vez que se caliente, incorpora las harinas y mezcla con las varillas manuales para disolver.
Cuando la salsa entre en ebullición, añade la nuez moscada, la pimienta negra, la sal y sigue removiendo hasta que espese. Incorpora el perejil antes de apartar del fuego.
Esta bechamel de almendras es ideal para lasañas y para gratinar verduras. Úsala mientras esté caliente, ya que cuando se enfría su consistencia cambia. ¡Que la disfrutes!
Consejo:
Si no tomas leche, puedes sustituirla por alguna leche vegetal. Y si quieres ahorrar tiempo, también puedes comprar las harina de almendras que ya viene lista para usar.