Lava bien los puerros bajo el agua del grifo y luego pícalos en trocitos bien pequeños. Lo mejor sería que cortases rodajas y con una trituradora lo dejarás bien picado, pero si no tienes en casa tendrás que hacerlo con el cuchillo. El truco está en cortar el puerro por la mitad e irlo picando con el cuchillo.
Calienta dos cucharadas de aceite de oliva en una sartén a fuego medio. Una vez caliente, sofríe el puerro, removiéndolo continuamente para que no se quede pegado. Mientras tanto puedes ir picando el calabacín. Primero lávalo bajo el agua del grifo, lo cortas por la mitad, le quitas la piel y lo picas en dados. Otra opción es pasarlo también por la trituradora.
En el momento que veas que el puerro está pochado, añade el calabacín. Remueve bien y espera unos cuantos minutos, removiendo de vez en cuando, hasta que el calabacín esté bien hecho. Si quieres añadir bacón a la receta, este es el momento. Una vez los ingredientes estén hechos, apaga el fuego y reserva.
En un bol grande comienza batiendo primero los huevos, para que se hayan unificado bien. Después añade el queso y vuelve a remover. Seguidamente añade la nata para que también quede bien unificada con el resto de ingredientes. En el caso de no tener nata, se puede usar leche entera (la misma cantidad).
Salpimienta la mezcla con un cuarto de cucharada para cada especia (si te gusta los sabores más fuertes añade media cucharada) y remueve bien con la batidora hasta que forme una masa homogénea y después añade el puerro y el calabacín.
En un molde, untando con la cucharada de aceite de oliva que has reservado, coloca la pasta brisa. Mete la pasta en el horno y la horneas durante 10 minutos a 180º C, para que se dore un poco (la puedes tener menos tiempo si no te gusta que luego la masa sea tan crujiente).
Saca el molde, vierte la mezcla que tienes en el bol de los huevos con las verduras y con ayuda de un tenedor la esparces por toda la masa brisa. Vuelve a meter en el horno, esta vez durante unos 20 minutos, a la misma temperatura. Una vez lista, deja enfriar durante cinco minutos para que coja un poco de consistencia.