En un bol mezcla la nata con el queso, mientras que la leche la pones al fuego y disuelves la gelatina en ella. Con esto listo, mezcla ambas combinaciones en un solo cuenco.
En otro cazo vas a echar el ½ vaso de agua junto con tres cucharadas de azúcar, para hacer el caramelo. Cuando esté listo, lo repartes entre los distintos cuencos.
Vierte la mezcla que has hecho de todos los ingredientes en los cuencos y mete al horno a 180º C por unos 40 minutos.