Si tenéis una licuadora en casa, esta salsa os costará muy poco de preparar, ya que os bastará con echar todos los ingredientes dentro de esta y ponerla en marcha y la salsa de hará sola. Pero si no tenéis, pues habrá que hacerlo todo manual.
Empezad, en una sartén, sofriendo bien la cebolla y el diente de ajo con un poquito de aceite, hasta que se queden dorados.
En el caso del agua, vas a ponerla en una cacerola hasta que rompa a hervir, conseguido esto, apaga el fuego.
Una vez tengas lista la cebolla y el ajo, los pasas al vaso de la batidora, junto con las dos cucharadas de pimentón y el perejil. Comienza a batir hasta que se unifiquen los ingredientes.
A continuación agrega la albahaca, el orégano y el laurel. Vuelve a batir de nuevo hasta unificarlos otra vez.
Espolvorea ahora el curry, vuelve a batir hasta que veas que se ha unificado bien.
Por último, sin dejar de batir, ve agregando el agua, para que la pasta quede menos espesa.
Una vez terminada, prueba su sabor, porque igual no notas que le tengas que echar sal y pimienta. Pero siempre puede salpimentar un poco y volver a batir.
