Vamos a preparar la masa de la pizza desde cero, para lo cuál vas a tamizar la harina y añadirla en un bol grande. Le añadimos una cucharada pequeña de sal y mezclamos. con la levadura y mezcla bien.
Ahora calentamos 325 ml. de agua hasta que quede templada y en ella disolvemos los 7 gramos de levadura seca de panadería. Removemos bien.
Añadimos el agua con la levadura a la harina y empezamos a mezclar con las manos hasta que la harina haya absorbido todo el agua. Cuando se forme una masa más o menos formada, volcamos sobre una superficie plana y empezamos a amasar con las manos.
Hay que amasar continuamente hasta que la harina se haya integrado con la masa totalmente. Cuando tengamos una bola uniforme la tapamos con un paño limpio y la dejamos reposar al menos 15 minutos.
Pasados los 15 minutos, la masa habrá crecido. En este punto la enharinamos un poco y volvemos a amasar unos 2 minutos. Ahora la masa será elástica y nada pegajosa. Con la cantidad de masa, te dará para 2 pizzas grandes o 3 medianas. Es el momento de cortar las porciones y hacerlas una bola.
Enharinamos nuestras porciones de masa, las cubrimos con un trapo de cocina húmedo y las dejamos reposar mínimo 2 horas.
Ahora que ya tenemos la masa lista, lo primero será poner el horno a precalentar a 250ºC.
Cogemos las porciones y les damos la forma que queremos que tenga nuestra pizza: circular, cuadrada, etc.. Puedes hacerlo con rodillo o si tienes mucha práctica con las manos al más puro estilo italiano.
Empezamos con los ingredientes: cubrimos la base de la pizza con el queso casero para pizza, después espolvoreamos por encima el queso parmesano rallado.
Ahora añadimos por encima el queso mozzarella rallado, repartimos unas 4 o 5 hojas de albahaca fresca y por último añadimos un chorrito de aceite de oliva.
Introducimos en el horno en la parte más baja y horneamos durante 7 - 10 minutos. ¡Ya verás que pizza más rica!