Lo primero que debes hacer es limpiar el pescado. Si no sabes cómo hacerlo, cuando vayas a comprarlo a la pescadería pide que lo hagan por ti.
Si te vas a animar a limpiar el pescado tú mismo, debes quitar las escamas sujetando la cola y raspando con un cuchillo grande en dirección a la cabeza. Lávalo cuando termines de sacarle las escamas.
Corta las aletas y la mitad de la cola. Saca las vísceras, la cabeza y luego la piel. Cuando hayas sacado los filetes de pescado, córtalos en trozos pequeños y llévalos a un bol preferiblemente de vidrio.
Salpimienta el pescado a tu gusto y agrega el zumo de limón. Mueve bien con una cuchara de madera, todo debe quedar bien cubierto. Tapa el bol y llévalo al frigorífico por 30 minutos.
Si te gusta que el pescado se “cocine más”, déjalo por varias horas, si te gusta fresco, déjalo por menos tiempo.
Pela los ajos y pícalos en trozos muy pequeños. Lava bien los pimientos, saca las semillas y córtalos en cubos pequeños. Haz lo mismo con las cebollas.
Lava los tomates y córtalos en trozos pequeños. Lava el cilantro, quita los tallos y córtalos muy finamente.
En otro bol mezcla el ajo, los tomates, los pimientos, la cebolla, el perejil, agrega un poco de sal, revuelve bien y reserva por una hora.
Saca el pescado del frigorífico, si no te gusta que el ceviche quede muy ácido, sácale un poco de zumo de limón. Agrega el resto de los ingredientes, ponle un toque de aceite de oliva si gustas y mezcla bien para que todo quede bien sazonado.
Ya tu ceviche ecuatoriano está listo. Sirve, decora con unas hojas de cilantro y corre a disfrutarlo. ¡Qué aproveche!