Lo primero de todo es pelar la cebolla córtala en rodajas o pequeños trozos, como mejor nos parezca y guste.
Seguidamente calentamos aceite en una sartén y echamos la cebolla. Poner el fuego bajo-medio para que la cebolla se vaya friendo, siempre con la sartén tapada. Ir removiendo de vez en cuando.
Mientras, pelamos una manzana y la cortamos en trocitos muy pequeños.
Cuando la cebolla esté transparente o doradita, podemos echar los trozos de manzana. Y empezamos a remover para que se poche con la cebolla.
Tras unos minutos, echaremos el azúcar moreno y volveremos a remover, para que de este modo la salsa vaya cogiendo consistencia.
Cuando notemos que se pega, echaremos dos cucharadas de vinagre de Módena para darle cuerpo.
Remover todo bien hasta que se forme una masa. Entonces ya estará lista para servirse.