Vas a comenzar por mezclar la leche y la nata en un bol con unas varillas manuales. Reserva.
Agrega la mantequilla en una sartén y cuando se derrita incorpora la harina y remuévela sin parar para que se cocine durante tres minutos aproximadamente, así evitarás que la harina quede cruda.
Vierte una parte de la mezcla de la nata con la leche lentamente sin dejar de remover y aparta el sartén del fuego mientras que todos los ingredientes se integren.
Una vez que todo esté mezclado, vuelve a poner la sartén en el fuego, agrega el resto de la mezcla y continúa removiendo. Es importante que el fuego esté bajo, así evitarás que se pegue y que también le salgan grumos a la salsa.
A continuación, añade la nuez moscada, salpimienta a tu gusto y, cuando rompa a hervir, a los pocos minutos ya comenzará a espesar.
Aparta del fuego tu salsa cuando haya logrado la consistencia que deseas. Ten cuidado de no pasarte de cocción, recuerda que cuando la salsa pierde temperatura se espesa aún más y debe quedar un poco líquida.
Esperemos que esta bechamel con nata sea de tu agrado. Es ideal para gratinar verduras y crepes. Compruébalo pronto y, ¡muy buen provecho!
