Para empezar a preparar unas tostadas ligeras, lo primero es tostar el pan. Para ello, puedes recurrir a una tostadora o hacerlo en la sartén, depende de lo que te venga mejor.
En una receta como esta la calidad de la materia es imprescindible así que presta mucha atención al elegir el tomate. En cuanto lo tengas, y mientras esperas a que se haga el pan, prepáralo. Solo tienes que lavarlo y cortarlo a rodajas, con el queso haz exactamente lo mismo.
Si el pan ya está listo, ponlo en un plato y coloca primero el queso, luego el tomate y echa por encima el aceite. Al igual que ocurre con el tomate, elige un aceite de primera calidad.
Para terminar, echa el orégano por encima y, ¡voilá! ¡A disfrutar de unas excelentes tostadas con tomate!