Remángate para empezar a preparar esta deliciosa tarta de queso japonesa. Para que la receta quede bien, es importante que los ingredientes que vas a utilizar estén a temperatura ambiente.
Empieza cortando en dados el queso crema y añádelo a un recipiente hondo dónde puedas trabajar con facilidad. Empieza a remover el queso con las varillas de cocina hasta conseguir una masa cremosa.
Separa las yemas de los huevos de las claras. Reserva las claras y añade las 6 yemas a la crema de queso. Remueve con las varillas hasta que estén bien mezcladas.
Derrite la mantequilla en el microondas durante 1 minuto y una vez esté liquida mézclala con la leche. Añade esta mezcla a la crema de queso mientras remueves con las varillas.
Exprime el jugo de medio limón y añádelo a la crema junto con la mitad del azúcar y una pizca de sal. Reserva.
Ahora tienes que montar las claras de huevo al punto de nieve con las varillas eléctricas. Para ello empieza a batir las claras con las varillas y cuando empiecen a espesar ves incorporando el resto del azúcar poco a poco. Una vez hayas conseguido la textura resérvalas.
Tamiza la harina y añádela a la mezcla de crema de queso que tenias reservada mientras vates con la varilla de cocina y después haz lo mismo con maicena.
Por último añade las claras montadas poco a poco mientras sigues batiendo la mezcla con suavidad y formando una mezcla mucho más cremosa.
Es el momento poner a precalentar el horno a 150ºC. La tarta de queso japonesa se cocina al baño maria dentro del horno, así que necesitarás un recipiente hondo (una bandeja alta o una cazuela por ejemplo) dónde además de agua tiene que caber el molde tu tarta.
Llena la bandeja con dos dedos de agua caliente e introdúcela en el horno para que se vaya calentando.
Ahora engrasa el molde de la tarta que vayas a utilizar con mantequilla, vierte la crema en él e introdúcelo en la bandeja del horno que contiene el agua. Para que se haga bien, el agua debe cubrir una tercera parte de la tarta.
Deja el pastel horneándose durante 60 minutos a 150ºC para que se cocine lentamente.
Una vez hayan pasado los 60 minutos, saca del horno y déjala enfriar antes de desmoldarla. ¡Ya verás que tarta de queso japonesa más rica te ha quedado!