Comenzaremos con la base, para ello meteremos las galletas en el vaso de la batidora y las trituraremos bien. O podemos ponerlas en un bol y machacarlas, como prefiramos. La cuestión es que tienen que quedarse como si fueran un polvillo. Entonces echaremos la mantequilla, que tiene que estar ya un poquito blanda, y lo mezclamos todo usando las manos hasta formar una masa.
En un molde desmontable pondremos la masa que hemos preparado, esparciéndola bien por todo el molde. Lo metemos en la nevera para que vaya enfriándose y cogiendo consistencia.
Ahora en un cuenco aparte vamos a preparar el queso. Del queso brie le quitamos la corteza y lo troceamos en trozos finos que echaremos al cuenco junto con el azúcar. Lo removemos bien hasta lograr una masa. Añadimos entonces los huevos y seguimos removiendo, usando unas varillas eléctricas o la batidora, logrando una mezcla homogénea. Iremos también encendiendo el horno a 180º C para que se caliente.
Sacamos el molde de la nevera y vertemos la crema que hemos hecho, extendiéndola bien y que quede bien igualada. Entonces ya podemos echar la mermelada del sabor que nosotros prefiramos.
Metemos entonces nuestro plato en el horno durante unos 20 minutos. Bajamos entonces la intensidad a unos 100 – 120 y lo dejamos otros 35 minutos, comprobando siempre que no se esté quemando.