En primer lugar tenemos que preparar la masa madre. Para ello calentamos la leche hasta que esté templada (importante ni fría ni caliente) y la ponemos en un bol grande junto con la levadura. Removemos hasta que la levadura quede diluida.
A continuación le añadimos la harina de fuerza y amasamos hasta obtener una masa homogénea. La tapamos con un trapo y dejamos reposar para que fermente (2-3 horas aproximadamente).
Una vez la masa a fermentado procedemos a hacer la masa del bizcocho: Añade en un recipiente la harina de fuerza, una pizca de sal, la margarina, una cucharita de harina de garbanzos, el azúcar, la ralladura de una naranja y la del limón y añade un poco de agua para mézclalo todo bien (puedes usar agua aromatizada como azahar, vainilla, etc.).
Añade la nueva mezcla a la masa que ya teníamos fermentada y amasa suavemente hasta obtener una masa elástica que no se pega. Cuando tengas la masa métela nuevamente en un bol, tápala y déjala reposar 2 horas más.
Cuando hayan transcurrido las dos horas, coge la masa y dale forma de bola en primer lugar. Después dale forma de rosco y hazle un agujero en el centro (Es importante que dejemos un recipiente apto para horno en el centro para que el circulo no se cierre al hornearlo). Deja reposar unos 30 minutos.
Es el momento de poner el horno a precalentar a 180 grados y decorar nuestro roscón. Pinta el roscón con un poco de agua y pégale las rodajas de naranja confitadas y las almendras laminadas.
Introduce el roscón en el horno a 180 grados durante 40 minutos (pon calor arriba y abajo).
Una vez nuestro roscón estén dorado y hecho por dentro, los sacamos del horno y lo dejamos enfriar. Cuando esté frío espolvorea el azúcar glas por encima y ya tendrás listo tu roscón de reyes sin huevo apto para toda la familia.