Lo primero que tienes que hacer es encender el horno a 180ºC para que se caliente mientras cocinas.
Ahora coloca el papel vegetal sobre el molde en el que vas a hacer la quiche. Coge la lámina de hojaldre y ponla encima. Hay que estirarla muy bien, y pincharla con un tenedor para evitar que se hinche.
A continuación, corta la cebolla finita y sofríela en una sartén a fuego lento. Cuando esté pochada, añade las espinacas y dale unas cuantas pasadas a todo. Las espinacas se hacen enseguida así que presta atención y no te despistes porque, de lo contrario, se te quemarán.
Cuando las verduras se enfríen un poco, agrega el medio kilo de salmón ahumado en trozos pequeñitos.
Coge un bol y bate en él los tres huevos. Cuando estén bien batidos, añade los 200 ml. de nata y vuelve a batirlo todo hasta asegurarte de que se haya mezclado bien.
Ahora añade a esta mezcla las verduras y el salmón con una pequeña cantidad de queso mozzarella. Si te parece que puede quedar un poco soso, salpimienta al gusto, procurando no excederte.
Cuando tengas todo esto, viértelo uniformemente sobre la masa de hojaldre. Procura cubrirlo bien y de la misma forma por todas partes. Añade por encima un poco más de queso mozzarella y los piñones.
Es el momento de meterlo al horno. Déjalo cocinando durante unos tres cuartos de hora a 180ºC.
¡Ya está lista nuestra exquisita quiche de espinacas y salmón! ¡Que aproveche!