En primer lugar pela las gamas cocidas, córtalas en trocitos pequeños y agrégalas en un bol grande donde harás toda la mezcla. Para este plato van bien tanto las gambas que compras ya cocidas o las crudas pero tendrás que cocerlas tu antes.
En el mismo bol, añade los palitos de surimi (también conocidos como palitos de cangrejo) cortados en trozos pequeño o a tiras (si puedes, elige los palitos frescos y no congelados).
A continuación pica la cebolleta en trocitos muy pequeños para que de sabor pero su textura pase casi desapercibida. Y haz lo mismo con la lechuga iceberg, pica unas 3 o 4 hojas en juliana (importante que la lechuga esté fresca y crujiente).
Trocea las rodajas de piña en dados pequeños/medianos. La piña puede ser tanto en su jugo (las que venden en lata) o piña natural.
Ahora agrega todos los ingredientes que tienes cortados al bol donde se mezclará todo. Tienes que tener: las gambas, la piña, la lechuga, el surimi y la cebolleta. Remuévelo todo para que vayan empezando a integrarse todos los ingredientes.
Es el turno de preparar la salsa rosa: En un bol añade la mayonesa y el ketchup y remuévelo bien con la ayuda de un tenedor o cuchara hasta obtener una salsa de color rosa/anaranjado.
Puedes ir rectificando con más kectchup o más mayonesa hasta obtener el color deseado, pero ten en cuenta que al menos debe haber el doble de mayonesa que de ketchup, pues la mayonesa es la base de la salsa.
A continuación añade a la salsa un chorrito de salsa inglesa (también conocida como salsa Perrins). Con un chorrito es suficiente pues tiene un sabor muy intenso.
Añade el zumo de medio limón y las dos cucharaditas de whisky y remueve hasta conseguir una salsa rosa bien ligada. Pruébala y rectifica de sal si fuera necesario, aunque con la salsa inglesa normalmente ya suele estar salada.
Para acabar añade la salsa rosa al bol con el resto de ingredientes y remuévelo. Asegúrate que quedan bien cubiertos por la salsa. Tápalo con film transparente y déjalo en nevera hasta un rato antes de servir para que se enfríe.
Este plato se recomienda servir en copas de cocktail o en cuencos individuales no muy grandes: Llena cada una de las copas con el cocktail de gambas y decora con una cucharadita de sucedáneo de caviar. Y si te han sobrado gambas cocidas, pélalas y añádelas alrededor de la copa o el cuenco a modo de decoración. ¡Que aproveche!