El primer paso es el más importante: limpiar la carne. Tienes que retirar, con ayuda de un cuchillo, cualquier rastro de grasa y despojos que no te vayan a servir a la hora de cocinar. En el caso de no saber cómo hacerlo, es mejor que pidas en la carnicería que lo hagan al comprar la carne.
Corta la carne en cubos de un tamaño medio, asegurándote que no tienen ningún rastro de grasa. Calienta un chorrito de aceite de oliva en una olla grande con el fuego a media potencia, una vez caliente dora la carne durante unos minutos, solo hasta que coja un poco de color.
Mientras se dora la carne, pela la cebolla y pícala en trocitos muy pequeños, así como los dientes de ajo y el pimiento. Salpimienta un poco y remueve las verduras con una cuchara para que se mezcle bien la especia.
Cuando la carne tenga color, retírala y ponla en un recipiente hondo cubierta con papel aluminio, papel de hornos o papel film, para que no se seque.
En la misma olla echa todas las verduras y cocina durante unos 5 – 9 minutos hasta que la cebolla coja un tono dorado. Esa es la señal para que añadas un poco de pimienta negra, el laurel y un poco de tomillo al gusto.
Lava el tomate y córtalo en trocitos, asegurándote de que te deshaces de las pepitas. En el momento que veas que toda la verdura está bien dorada, lo añades a la olla. Baja la potencia del fuego y cocina lentamente, removiendo de vez en cuando con una cuchara de madera. Esta parte es importante, pues este sofrito es lo que dará gusto a la carne.
En el momento que veas que las verduras están bien pochadas vierte el vino tinto y sube la potencia del fuego a media intensidad. Espera unos minutos hasta que el alcohol se haya consumido, removiendo con frecuencia. En ese momento añade la carne, remueve un poco y agrega agua hasta que cubras ligeramente la carne.
Si usas una olla normal, tienes que cocinar la carne durante 2 horas con el fuego a media potencia y con la tapa puesta. En el caso de estar usando una olla a presión, deberás cocinarla 40 minutos como máximo o la carne quedará demasiado seca.
Transcurrido el tiempo de la cocción, saca la carne de la olla y déjala reservada en una bandeja mientras continúas cocinando la salsa hasta que reduzca alcanzando el espesor deseado. Pruébala para comprobar si le falta un punto de sal o pimienta y añade lo que sea necesario.
Una vez que la salsa está bien reducida, apaga el fuego y pásala al vaso de la batidora para triturarla. Ya triturada, regrésala a la olla junto con la carne y cocina, a fuego bajo, durante 10 minutos para que se integre el sabor de la salsa en la carne.
Sirve tu caldereta de jabalí en una bandeja y prepárate a disfrutar de un plato único. Si vas a cocinar alguna guarnición, lo que mejor casa con esta carne es el puré recién hecho, unas patatas al horno o unas patatas fritas ¡verás qué delicia!
