Si has comprado el pollo con piel, empieza quitando la piel al pollo para que el caldo no quede demasiado grasoso. No trocees el pollo, solamente pícalo por la mitad y reserva.
Ve preparando el resto de los ingredientes. Comienza pelando las zanahorias y picándolas en ruedas. Haz lo mismo con el resto de verduras y el apio y el nabo.
Cuando tengas todo pelado y picado, agrega abundante agua a un cazo grande y añade el pollo, las zanahorias, el nabo, el puerro, el apio y dos cucharaditas de sal. Es importante que todos los ingredientes queden cubiertos con agua.
Deja cocer la preparación a fuego medio y cuando comience a hervir cuenta 45 minutos.
En otro cazo aparte, agrega agua, calienta hasta que hierva e incorpora los huesos de jamón serrano y deja cocer durante 5 minutos.
Lava los huesos de jamón en agua fría y añádelos al caldo de pollo. Cuando hayan pasado los 45 minutos, agrega los garbanzos previamente escurridos y la pastilla de caldo y deja cocer 15 minutos más.
Pasado el tiempo, prueba el caldo para rectificar la sal y cuélalo. Coloca los ingredientes sólidos en una fuente para servir y calienta nuevamente el caldo en otro cazo hasta que hierva.
Cuando el caldo empiece a hervir agrega inmediatamente los fideos y deja cocer durante 5 minutos máximo.
¡Ya tienes la sopa! Sirve la sopa en una sopera y coloca en tu mesa junto con la fuente que contiene los demás ingredientes de tu caldo de pollo con garbanzos. ¡Buen provecho!
Nuestro truco:
Mientras el caldo se está haciendo notarás que se forma una espuma blanca en la superficie, es importante que la retires constantemente para evitar que el caldo quede grasoso.