Deja bien limpio el pollo quitándole la piel así como los demás restos de grasa y sangre que pudiera contener. Después, enjuágalo bien y colócalo en una olla con suficiente agua como para que llegue al tornillo.
Pela, enjuaga y trocea todas las verduras en trozos pequeños y a continuación échalas también en la olla junto con la pimienta y el perejil. Remueve.
Calienta el agua a fuego suave y una vez que empiece a hervir, comienza a desespumarla hasta que prácticamente no le aparezca esta capa blanca. Continúa cociendo todos los ingredientes a fuego mínimo durante dos horas.
Transcurrido este tiempo, tu caldo estará listo. Cuélalo y déjalo en un plato durante un par de minutos para que se enfríe. ¡Ya tienes listo tu caldo de pollo sin grasa! ¡Delicioso!