Exprime el jugo de limón y lo mezclas con el agua. Ambos ingredientes los pasas a una cacerola donde vas a cocer el cuscús hasta que esté tierno. Si ves que vas a necesitar un poco más de agua, ya que el cuscús la absorbe muy rápidamente, ve agregando vasos, no vayas agregando grandes cantidades de golpe o eliminarás el regustillo a limón.
La cebolla la pelas y la lavas bien bajo el agua del grifo, reduciendo con esto su potente efecto lacrimógeno, para luego trocearla y picarla, algo que te costará mucho menos si tienes una trituradora. La pones en una sartén, con un poquito de aceite y sofríes un poco a fuego suave.
Los aguacates y los pepinos los troceas en daditos pequeños que echarás a la sartén una vez que veas que la cebolla ha comenzado a transparentarse. Remueve para esparcirlo todo bien a través de la sartén.
Pela la manzana y la lavas bien bajo el agua del grifo, le quitas el corazón y luego la cortas en dados de la mejor forma que puedas. Si quieres puede sofreírla un poco con el resto de los ingredientes para que tenga su regustillo.
Los tomates cherry los troceas en cuartos y añades a la mezcla de la sartén, remueve bien.
Las nueces les quitas el cascarón y machacas con el mortero, agregando el polvillo o los trocitos resultantes dentro de la sartén
Cuando el cuscús esté listo, lo escurres bien y echas a la sartén. Remueve un par de minutos.
Sirve en un plato hondo y ya tienes listo tu cuscús vegano.