Lo primero es preparar la masa quebrada, y para ello vas a necesitar que la mantequilla esté a temperatura ambiente, o derretida cosa que puedes hacer en el microondas.
Mezcla la harina, bien tamizada, con la mantequilla troceada en mantequilla y comienza a combinar los ingredientes, sin amasar.
Bate los huevos, con un poco de sal, y mezcla de nuevo, utilizando unas varillas eléctricas, pero sin amasar aún.
Obtendrás una masa, que ahora tendrás que amasar con tus manos, enharinadas para que no se te peguen, y forma una bola. Mete en un plato hondo y reserva durante una hora en la nevera, cubierta con un film de cocina.
En lo que la masa toma cuerpo, vas a pelar la cebolla y luego la picas tanto como te sea posible y la pones en una sartén, con un poco de aceite de oliva, hasta que se transparente.
Pica el bacon, a no ser que lo hayas comprado ya en taquitos, y cuando veas que la cebolla se transparenta lo agregas para que se cocine un poco.
Utilizando el rodillo, en una superficie enharinada, amasas la bola que has hecho antes y la colocas en un molde que valga para hornos.
Mete dentro del horno, por unos 10 minutos a 195º C, cubriendo con papel de film. Pasado ese tiempo, le quitas el papel y horneas por otros 5 minutos.
Saca la masa del horno y le extiendes la cebolla y el bacon por encima. Esparce el queso gruyere por encima, bien ralladito.
Bate los huevos, con sal y pimienta, y lo mezclas con la nata y la nuez moscada, batiendo bien. Esparce por encima de la quiche y mete de nuevo al horno por unos 25 minutos.