Los garbanzos tienen que estar bien tiernos para este plato, así que si los compramos naturales lo mejor es ponerlos a remojo el día anterior para tenerlos al día siguiente bien tiernos.
Llenamos una olla con agua fría y metemos toda la carne, exceptuando la picada y las butifarras. Lo tenemos todo cociéndose por una hora a media potencia para que el agua coja el sabor de la carne.
Transcurrido ese tiempo, añadimos los garbanzos. Limpiamos, pelamos y troceamos todas las verduras, salvo las patatas. Lo metemos todo a la olla y dejamos hacer por otra hora.
Mientras se hace prepararemos las pelotas, para ello batimos el huevo, agregamos la carne picada y salpimentamos al gusto. Y usando nuestras manos vamos amasándolo todo con las manos, teniéndolas húmedas para que no se nos pegue tanto la carne, hasta hacer una masa homogénea.
Les damos forma de bola y enharinamos. Cuando haya pasado una hora desde que agregamos la verdura, las echamos junto con las patatas, las butifarras y un poco de sal.
Paso ese tiempo, el caldo lo colocamos en otra cacerola y allí hacemos la pasta por unos 15 minutos.