Lava las cabezas y espinas de pescado para eliminar impurezas y luego remójalo en agua fría durante quince minutos. A continuación, acláralo todo con agua y, por otro lado, pela las gambas y reserva la concha y la cabeza para utilizarlas en la preparación del caldo.
Calienta agua en un cazo y cuando empiece a hervir incorpora los mejillones. Deja cocer a fuego alto y con la olla tapada durante tres minutos o hasta que notes que se han empezado a abrir los mejillones. A continuación, sácalos, pásalos por agua fría y reserva.
Añade al agua donde has cocido los mejillones la concha y la cabeza de las gambas y cuece de nuevo a fuego medio durante quince minutos. Es importante retirar la espuma que se formará en la superficie durante la cocción para tener un caldo limpio. Pasado el tiempo, cuela y reserva.
Lava los puerros, elimina la parte verde y pícalos en trozos pequeños. Lava la cebolla y el tomate y córtalos en cuadros pequeño. Los dientes de ajo deberás cortarlos en trozos medianos.
En una cazuela incorpora un chorro de aceite de oliva y, cuando esté bien caliente, incorpora las verduras y fríe a fuego lento durante cinco minutos. Es importante que remuevas de vez en cuando.
Agrega a la cazuela el vino blanco y espera dos minutos para que se evapore el alcohol. Luego añade las cabezas y espinas de merluza junto con un litro de agua fría. Sube el fuego para que el caldo hierva y, cuando lo haga, deja la preparación durante 25 minutos.
Es importante que la cazuela nunca esté falta de agua. Si el caldo llegara a secarse será necesario agregar más agua la cazuela. Asimismo, cuando aparezca la espuma en la superficie del caldo, será importante retirarla con la ayuda de una paleta para que el caldo quede limpio y claro.
Pasado el tiempo, retira la cazuela del fuego y cuela el caldo con la ayuda de un colador. Deposítalo en un recipiente y mézclalo con el otro donde se cocinaron los mejillones y las gambas. ¡Ya tienes listo un suculento caldo de pescado para fideuá!
