En primer lugar debes tener presente que esta receta se divide en dos partes. La primera es la preparación del macerado y la maceración de la carne. La segunda y más rápida es formar las salchichas y ensartarlas, para hacerlas a la plancha o a la parrilla.
Comienza picando los ajos muy finitos, y déjalos reservados. Echa la carne en un bol grande, donde quepa toda la carne, la harina y el pan rallado.
Ve añadiendo todas las especias: la pimienta negra, las dos clases de pimentón, el curry, el cilantro y la nuez moscada.
Empieza amasando la carne con las manos, para que se mezcle bien con todas las especias. Añade una pizca de sal, y sigue amasando. Echa a la masa el ajo muy picadito, y sigue amasando.
Ahora toca batir los huevos y añadirlos a la masa. Vuelve a amasar bien, integrando el huevo con la carne. Verás que se va volviendo una masa viscosa, pero no tan pegajosa como antes.
Una vez integrado el huevo, ve añadiendo a partes iguales harina y pan rallado, poco a poco. Por ejemplo 2 cucharadas de cada ingrediente, amasas, y así hasta que admita. Debe quedarte una masa húmeda, pero con consistencia.
Forma una bola prensada en el bol, y cúbrela con film transparente sin dejar aire. Deja reposar en la nevera 24 horas. Al día siguiente destapa la carne. Verás que habrá cambiado de color, tendrá un olor rico y muy característico.
Forma unas bolas algo más grandes que una albóndiga, ensártalas por el centro y hazlas rodar sobre una superficie plana, apretando levemente con las manos para que tomen forma de salchicha.
Solo te quedará hacerlas a la parrilla con un poquito de aceite de oliva, dejando que se doren bien por todas partes. Ve dándoles vueltas sobre la parrilla, para que se cocinen bien por dentro.
Ya solo te queda saborear estas brochetas tan especiales, que no te dejarán indiferente. ¡Ya verás qué ricas te han quedado!