Lava la calabaza por fuera y escúrrela bien. Córtale ambos extremos y hazle un corte a lo largo para abrirla por la mitad.
Vacía la calabaza con cuidado de no romper la piel, puedes usar una cuchara grande o un vaciador de patatas. Tienes que procurar que la piel no quede demasiado fina, ya que en ese caso se romperá después al rellenarla.
Pela la cebolla y córtala en juliana fina. Enjuaga y escurre los pimientos y el puerro y córtalos de la misma manera que la cebolla. Los champiñones tienes que lavarlos y posteriormente escurrirlos bien para evitar el exceso de líquido. Reserva todas las verduras.
Vierte un chorro de aceite de oliva en una sartén, lo justo para cubrir el fondo. Ponlo a calentar a fuego medio y cuando alcance temperatura, incorpora el ajo cortado en láminas. Antes de que empiece a coger color, incorpora las verduras y saltéalas un par de minutos tan solo, para que no se hagan del todo.
Incorpora la carne picada de pollo en la sartén y remueve para que se mezcle bien con todas las verduras. Añade las hierbas aromáticas en cantidad al gusto, y termina de aderezar con sal y pimienta negra molida.
Cuando la carne esté hecha y las verduras tiernas, aparta el contenido de la sartén y pon a precalentar el horno a 180ºC. Coloca la calabaza ya abierta en una fuente apta para hornear y rellena ambas partes con la mezcla de carne y verduras. Introdúcela en el horno para que se vaya poniendo blandita, lo cual puede tardar entre 35 y 40 minutos aproximadamente.
Unos 7 minutos antes de apagar el horno, ábrelo y añade el queso rallado por encima de la calabaza, para que se gratine. Y una vez que el queso esté fundido, ya puedes apartar y servir tu exquisita calabaza rellena de pollo. ¡Que la disfrutes!