Primero de todo haremos la milanesa. Para ello bate el huevo junto con un poco de sal y el perejil, para que ambos ingredientes se mezclen bien con los huevos batidos.
Lava los filetes de pollo bien en agua, para quitarles parte de la grasa y los bañas en el huevo. Cuando queden bien impregnados por el huevo lo escurres y rebozas en el pan rallado para que quede totalmente cubierta la carne.
Sofríe en una sartén con mucho aceite para que se dore bien. Después la dejas reposar un poco en un plato con papel absorbente y que suelte la gran parte de aceite de oliva que contiene.
Pon los filetes en una bandeja para hornos, recubre con salsa de tomate, luego con el jamón cocido y por último las lonchas de queso troceadas.
Mete en el horno, a 200º C por unos 5 – 10 minutos, hasta que gratine el queso y tendrás listo este plato para disfrutar.