Las almendras es mejor que las compres ya molidas, puesto que es más complicado molerlas que triturarlas.
En el caso de que vayas a molerlas en casa, utiliza una almendra que esté tostada y hazlo en una trituradora en pequeñas cantidades, para que no se aceite demasiado y se eche a perder.
Pon una sartén en el fuego a media potencia y cuando esté caliente echa los 210 gr. de miel de romero (puedes usar mil flores si lo prefieres) y los 110 gr. de azúcar blanco.
Remueve hasta formar una mezcla homogénea y espesa en la que ambos ingredientes estén perfectamente integrados.
Después bate la clara de un huevo, que son aproximadamente 20 grs.
Cuando la mezcla que hay en el fuego haya cambiado de color, añade la cucharada de piel rallada de limón y unos 2 gr. de canela. Remueve bien hasta integrar ambos ingredientes en la masa espesa.
Después añade la almendra molida y vuelve a batir. Finalmente vierte la clara de huevo y vuelve a batir.
Coge un molde y vierte la masa que has preparado. Aprieta bien hacia el fondo, sin olvidarte de repartirla correctamente por todo el molde.
Deja reposar durante unas 5 horas y ya tendrás listo tu turrón blando, conocido también como turrón jijona.
Para que tarde un poco menos, es recomendable que lo cubras con un paño húmedo o lo dejes en una zona donde no haga mucho calor.