Como no tardaremos mucho en tener la tarta lista, pon ya el horno en marcha a 180º C para que gane temperatura.
Pela las manzanas y las cortas por la mitad. Quítales el corazón, pues es la parte que no vamos a utilizar, y luego cortas cada mitad en tres trozos de más o menos el mismo tamaño.
Unta el fondo del molde que vayas a utilizar con un poco de mantequilla o harina, creando una capa que impedirá que tu tarta se pegue.
Coloca los trozos de manzana bien repartidos por el fondo, intentando no dejar mucho espacio entre ellos. Espolvorea el azúcar por encima, recubre los trozos con la mantequilla y espolvorea un poco de hierbabuena.
Mete al horno para que se haga por unos 20 minutos.
Al sacar, deja que se enfríe un poco.
Espolvorea ahora canela en polvo a tu gusto y recubre con la lámina de hojaldre, doblando los bordes para que lleguen al fondo y así impedir que se salga la compota de manzana.
Vuelve a meter en el horno por otros 20 minutos y lo tendrás listo.
Recuerda dejar enfriar un poco antes de sacar del molde y que para sacarlo hay que darle la vuelta, no desmontar el molde.