Lo primero que harás será comenzar con el prefermento, lo que se conoce como la masa madre. Para ello vierte en el vaso del aparato los 90 gr. de harina, 50 ml. de leche semidesnatada y 5 gr. de levadura. Programa el aparato a velocidad espiga por un minuto. La masa estará lista y la tendréis que dejar en un bol por unas 3 horas a temperatura ambiente.
Limpia el vaso y echa el azúcar. Pulverízalo por unos 30 segundos a velocidad 5. Añade entonces la piel rallada de una naranja y la de un limón. Tiratira por unos 15 segundos a velocidad 10. Saca todo del vaso y ponlo en un cuenco aparte.
Ahora vas a infusionar la leche en el vaso de la thermomix, echa la piel de la naranja restante y un poco más de piel de limón junto con el palo de canela. Echa toda la leche entera y programa por 5 minutos a 90º C, giro a la izquierda con velocidad cuchara. Espera hasta que se temple y ponlo en un vaso.
Es hora de preparar la masa, para ello vas a echar en el vaso el azúcar glass aromatizado con las pieles, el prefermento que has preparado y la leche aromatizada. Programa a velocidad 6 por unos 30 segundos. La masa será más pegajosa.
Programa ahora la thermomix a velocidad espiga por unos 3 minutos con el vaso cerrado para que se amase. Ya lista, sácala del bol y métela en la nevera para que vaya cogiendo un poco de cuerpo por alrededor de media hora.
Con la masa lista, espolvorea en la encima bastante harina y pon la masa para darle forma de bola. Si notas que las manos se te pegan mucho, la solución más simple es mojártelas o espolvorearte un poco de harina. Hazla una bola lo más circular posible. Vuelve a dejarla en la nevera por otro cuarto de hora.
Ahora atraviesa el centro de la masa con tus dedos hasta hacer un agujero y ve abriéndolo para irle dando la forma de un roscón, separándola tanto como se pueda.
Pon papel para hornear en la bandeja del horno, coloca el roscón en la bandeja. Bate el huevo y pinta la superficie del roscón. Déjalo reposar por un par de horas para que crezca un poco.
Pasadas las dos horas decora a tu gusto con la fruta escarchada y métela al horno a 200º C, arriba y abajo, por unos 17 minutos.
Si no queréis que se tueste mucho por arriba, el truco está en utilizar papel albal para cubrir la superficie.