Para hacer la masa madre disuelve la levadura desmenuzada en la leche templada y déjala en reposo durante cinco minutos. Luego intégrala con los demás ingredientes y reserva durante 30 minutos.
Para preparar la masa principal, calienta la leche, disuelve la levadura y espera cinco minutos. Tamiza la harina con un colador y colócala en un bol, realiza un agujero en el centro, incorpora los demás ingredientes y mezcla.
Agrega la masa madre, la levadura disuelta y sigue integrando con las manos. Engrasa la mesa con un poco de aceite, vuelca la mezcla y amasa de afuera hacia adentro. Si aún está pegajosa, espolvorea más harina.
Arma una bola con la masa, tapa con un paño y deja en reposo durante tres horas. Cuando esté lista, dale forma de roscón, haz un agujero en el medio, coloca un vaso el centro para mantener la forma y espera una hora más.
Pasado el tiempo, bate un huevo y mézclalo con una cucharada de leche. Pinta el roscón con esta mezcla, decora con las frutas confitadas, las almendras y un poco de azúcar humedecida.
Engrasa una bandeja, coloca el roscón y hornea a 200°C con el horno precalentado durante diez minutos. Baja a 180°C y hornea durante 15 minutos más. Cuando se dore, sácalo y enfríalo sobre una rejilla.
Bate la nata con el azúcar con unas varillas eléctricas hasta montarla, corta el roscón en dos, cubre la mitad inferior con ayuda de una manga y tapa. Espolvorea azúcar glas sobre tu roscón de reyes relleno de nata y sírvelo. ¡Buen provecho!