Empieza a preparar tus crepes con nata cascando los dos huevos, para a continuación ponerlos en un bol. Ten mucho cuidado de hacerlo de forma que no caigan trozos de cáscara dentro del recipiente.
Con ayuda de unas varillas de cocina, bate por completo los dos huevos, hasta que tengan una textura espumosa. A continuación, vierte la leche poco a poco en el recipiente. Remueve ambos ingredientes, para que se mezclen bien.
Ve extendiendo uno a uno los crepes sobre un plato plano, y añádeles nata por encima. Dóblalos por la mitad, quedando la nata dentro del crepe. Finalmente echa un poco de sirope del sabor que más te guste, por encima del crepe.
¡Y listo! Ya tan solo te queda servir estos crepes, y esperar las felicitaciones de todos en casa. ¡Ya verás lo ricos que te han quedado! ¡Muy buen provecho!